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Saturday, November 29, 2003

Cambios en Los Ultimos Innings 

Amigos todos,

Gracias al apoyo de todos ustedes y de varias personas especiales la idea de "Los Ultimos Innings" va a crecer un poquitin más y de ahora en adelante se convertirá en una publicación regular en lo que será el web site oficial de la Liga de Beisbol Profesional de Republica Dominicana.

El contenido no va a variar en lo más minimo (me refiero a que no habrá censura) pero yo tampoco creo que en este blog se hayan tratado temas de alto riesgo que comprometa a nadie. Bueno, salvo el asunto de la ofensiva del Escogido.

El proyecto de este web site que ahora nos acoge es bastante interesante y ambicioso, y lo que más nos motivó a aceptar la propuesta, es que la idea de lo que ellos piensan hacer es precisamente lo que yo, como fanatico del beisbol Dominicano en particular y del beisbol en general, me gustaria tener a mano en el web. Un lugar en donde se puedan obtener todas las informaciones facil y comodamente, aparte de leer la opinion de analistas renombrados como Mickey y José Antonio Mena, Enrique Rojas y otros que se uniran al proyecto poco a poco.

A traves de esta via el acceso a Los Ultimos Innings es mucho mas facil, y naturalmente, a un lugar que pretende integrar todo lo que el fanatico del beisbol desee. Todas las columnas aparecidas en Los Ultimos Innings estaran disponibles, no se perderan nada de lo anterior, y para la primera entrega en el nuevo sitio habra una entrevista con el dirigente de los Tigres del Licey Manny Acta.

Gracias de nuevo por todo el apoyo, espero que sigan interesados en las cosas que estoy escribiendo, y espero tambien poder establecer una comunicacion mas interactiva entre todos.

Nueva casa de Los Ultimos Innings

Friday, November 28, 2003

Más sobre ofensiva 

En el blog ultimo empezamos a hablar un poco de ofensiva, y de repente terminamos recordando una infausta pagina en la historia del Licey, por lo que si acaso dicha referencia intranquilizó un poco la psiquis de los fanáticos liceístas (que me imagino andan contentos últimamente) del blog, me disculpo.

El interesante equipo del Escogido (no es burla, toda cosa anómala es interesante) sigue inventando nuevas formas de perder juegos, y su antepenúltima derrota agregó a la lista conectar quince hits, y de igual forma perder ante un rival que conecto once menos. El juego del miércoles frente a las Estrellas, e incluso el de anoche frente a las Águilas, resumen casi a la perfección el problema ofensivo de los Leones hasta ahora. Los buenos amigos de las transmisiones del Escogido estuvieron resaltando el hecho de que a pesar de haber “mejorado” su ofensiva en los últimos juegos, los Leones seguían siendo incapaces de producir carreras. Lo que ocurre es que lo de la mejoría es bastante relativo. Ciertamente el Escogido ha conectado mucho más hits los últimos tres juegos, pero la mayoría de esos hits no son de la variedad que más ayuda a producir carreras – los extrabases.

De los quince hits conectados por el Escogido frente a las Estrellas el miércoles, apenas uno fue extrabase, un doble. Esto quiere decir que esta es una ofensiva secuencial que depende exclusivamente de que cinco ó seis peloteros conecten sencillos para poder producir una ó dos carreras en una entrada, y ese es un tipo de ofensiva que lamentablemente ayuda muy poco a ganar juegos consistentemente por lo volátil de su naturaleza.

Los dos componentes fundamentales de la producción ofensiva son el bateo de poder y los corredores en las bases, y ambas cosas se verifican en el porcentaje de embasarse y el promedio de slugging. Antes de la actividad de ayer ante las Aguilas el OBP colectivo de los rojos era de .279 y el slugging .292, en ambos casos los peores de la liga. Pero no es solamente que son los peores, sino significativamente peores que los siguientes más bajos.

El segundo peor OBP de la liga hasta el jueves era el de las Estrellas con .302, eso es una diferencia de 23 puntos, que claramente no es paja de coco. En cuanto al slugging la cosa es mucho más preocupante, el segundo peor slugging de la liga es el del Licey con .349, es decir que aquí estamos hablando de 57 puntos, lo suficiente como para que los jerarcas del Escogido inicien la búsqueda de cualquier ser humano vivo capaz de darle duro a la bola ahora mismo, al instante.

Hace un par de semanas escribimos acerca de la ofensiva del Escogido con cierta profundidad, y enfocándonos en el personal y su historial ofensivo, advertimos que lo que estaba pasando no iba a variar mucho a menos que se produjeran cambios radicales en el roster. Los Leones han insertado en su lineup a Henri Stanley, Scott Hodges y Neifi Perez. De Stanley hablé brevemente hace unos días y reitero que es un buen jugador ofensivo que debe producir en la liga. El Average Equivalente (EqA) de Stanley los últimos dos años en las menores ha sido de .341 en la Liga de Texas y .300 este año en la Liga de la Costa del Pacifico. Recuerden que el EqA es ajustado a estadios y liga, por lo que no piensen que porque es en la Costa del Pacifico es un numero inflado. En el caso de Hodges yo dije también que su ofensiva no era nada extraordinaria (EqA de .271 y .264 en AA y AAA los últimos dos años) pero al menos era un avance sobre lo que había estado presentando el equipo en dicha posición.

La pregunta vuelve a ser la misma del otro día, ¿Qué tanto puede mejorar la ofensiva de los Leones?

Está muy claro que los Leones ni tienen poder ni se embasan, y de esa forma no pueden producir carreras. Ahora bien, de lo que hay actualmente en su roster ¿quiénes tienen poder de extrabase comprobado que puedan aportarlo ahora?

A ver... yo diría que Ramón Nivar, Rubén Mateo que anda desaparecido ó lesionado, Stanley y quizas Hodges y Juan Uribe. ¿Neifi? No lo creo, aunque a la derecha ha dado unos jonrones en la liga en los últimos años, pero eso no basta. Si usted desea incluir a Wilton Veras en la lista hágalo a su propio riesgo, pero yo personalmente no lo considero alguien capaz de aportar poder significativamente a la ofensiva.

El otro aspecto - el de habilidad para embasarse por otras vías que no sea promedio de bateo - es más complicado que el del slugging para el Escogido, porque aquí sí que no hay mucha gente que haya sido nunca buena en dicho aspecto. En esa lista puedo incluir a Stanley y me parece que a más nadie. Jason Michaels pudo ser el otro, pero se marchó por lesión, complicando más la cosa porque había sido el mejor bateador del club.

De modo que, para reconstruir al León hace falta David Ortiz, Rafael Furcal, un sustituto de Jaime Burke - y si es posible lo propio para Keith McDonald - en ambos casos gente que pueda batear, pero de verdad. Se habla de Ryan Freel y Craig Monroe como importaciones seguras y ambos, unidos a Furcal y Ortiz, balancean un poco más el lineup. Monroe tiene poder y cierta habilidad para embasarse y Freel es un buen bateador de contacto, que aunque no recibe una gran cantidad de bases por bolas, puede compensarlo un poco con el promedio de bateo. Así que, los nueve ideales serían: McDonald u otro catcher por él, Ortiz, Furcal, Hodges, Perez, Freel, Stanley, Monroe y Nivar.

Ese es un mucho mejor equipo ofensivo. Naturalmente, ya el Escogido tiene 16 derrotas pero Ortiz y Furcal parece que entrarán a juego la proxima semana. Estos dos son los individuos clave para reversar la suerte roja, porque ambos aportan bastante de las dos cosas que adolece el club. Hasta tanto eso no ocurra, seguiremos viendo bastante de lo mismo. La llegada de Neifi no cambia en nada la ofensiva, salvo que su gran guante y liderazgo en el terreno surta algún tipo de efecto intangible en el cual yo nunca he creído mucho.


Notas y Noticias

· Las Estrellas de Oriente tenían hasta el jueves el segundo mejor slugging de la liga (.377), pero el segundo peor porcentaje de embasarse (.302), por lo que no sorprende que su ofensiva haya sido tan disfuncional. Los Orientales tienen un problema parecido al del Escogido, pero básicamente en la punta y parte baja del lineup. Los turnos primero, segundo, octavo y noveno de las Estrellas han estado ocupados por jugadores cuyos OBP son muy deficientes.

Hace unos días, en una conversación informal con el manager Dino Ebel este nos manifestó que ofensivamente el equipo necesita dos buenos bateadores – preferiblemente de poder – para las esquinas del infield, y si es posible un tercer jugador que juegue en el outfield. Yo comparto la opinión de Ebel, pero a las Estrellas le conviene que por lo menos uno (idealmente todos) de esos jugadores, si acaso llegan, sea un hombre con habilidades para poder embasarse y colocarlo en la punta del lineup junto a Pablo Ozuna. El hecho de que sea ó no un jugador con velocidad me parece secundario en este momento. Si aparte de poder embasarse es rápido, pues mucho mejor, pero que se embase es lo importante. Lo que creo es que este equipo no puede seguir dándose el lujo de tener hombres como Wilton Guerrero (.266 OBP) y Freddy Guzman (.283 OBP) acumulando outs en los primeros dos turnos de la alineación.

· A propósito de las Estrellas, según el Gerente General en funciones, Rafael Ramirez, las Estrellas tienen bien adelantadas las conversaciones con un primera base de poder, que aunque no quiso revelar el nombre, sí adelantó que viene de la organización de St. Louis.

Si eso es cierto, pues simplemente hay que ver en los equipos de AA y AAA de los Cardenales cuales peloteros se asemejan a la descripción de Rafaelin y entonces hacer un poco de especulación. En AA, con Tennesee en la Liga del Sur, estuvo Bucky Jacobsen, primera base que bateó .298/ .388/ .564 en 131 juegos. Jacobsen conectó 31 jonrones, 24 dobles, remolcó 84 y recibió 56 bases por bolas. Jacobsen jugó aquí para los Gigantes cuando pertenecía a Milwaukee, y es lo que llamaríamos un slugger cuadruple A, con el curioso detalle de que en este verano estuvo jugando en AA, lo cual es extraño.

En AAA con el Memphis está el otro sospechoso, John Gall (.312/ .368/ .473) 16 jonrones y 73 remolcadas en 123 juegos, para un EqA de .302, y es quien a mí me parece se está refiriendo Ramirez.

· Sobre el caso Vladimir yo no tengo ningún comentario. De ayer para acá varias personas me han preguntado sobre eso, pero yo no creo prudente decir nada. Guerrero es posiblemente el agente libre de más nivel en el mercado, y yo no estoy muy seguro de que, primero, su agente le permita jugar sin firmar, y segundo, el equipo que eventualmente lo firme por mucho dinero, este muy a gusto con la idea de que lo haga.

Mucho me hubiera gustado ver a Vladimir de nuevo con las Estrellas, pero honestamente no creo que eso ocurra.

· El Licey ha recibido casi 100 bases por bolas en 23 juegos, y cómodamente es el equipo que más se embasa en la liga. Los Tigres son lideres en carreras anotadas con más de cien y me parece que luego de hacer los ajustes de los estadios, su ofensiva es mucho mejor que la de los Gigantes, quienes estadísticamente lideran varios departamentos.

· Ayer en la bocina del Estadio Quisqueya felicitaron a Miguel Tejada – presente en ese momento – por un supuesto nuevo contrato de treinta millones por tres años con los Mets de New York, que hasta ahora no es nada oficial. Yo la verdad no entiendo muy bien que es lo que están pensando los Mets, no porque Miguel no valga la pena firmarlo, sino por que parece que otra vez esta organización está medio confundida sobre en que lugar del ciclo de éxito se encuentra.

Digamos que el interés en Miguel no implique un desinterés en José Reyes y que este sea movido a la segunda base (un perfecto desperdicio de sus habilidades) esto deja a los Mets con interrogantes en tercera base, dos terceras partes del outfield, la rotación, la receptoría y/o primera base (dependiendo de que decida hacer Mike Piazza) y el bullpen.

Es decir, casi todo el club.

Este no es un equipo que se volverá competitivo con la llegada de Miggy - ni tampoco de Rick Peterson el nuevo coach de pitcheo – de la noche a la mañana. Al menos eso es lo que parece.

En cuanto al dinero, aunque este es un equipo de mercado grande (gigantesco, para ser exactos) la flexibilidad de su nomina está afectada por los contratos a Tommy Glavine, Mike Piazza, Roger Cedeño, Al Leiter y Mo Vaughn. Eso no incluye los jugadores que recibirán jugosos aumentos en arbitraje, ni las firmas que hagan los Mets en la agencia libre.

La pregunta sería, ¿Estará Miguel Tejada presente en el próximo equipo de los Mets que sea competitivo?

Thursday, November 27, 2003

De ofensiva y recuerdos infelices 

Ya se ha cumplido casi el cuarenta por ciento del calendario del torneo y me parece interesante revisar algunas cosas del comportamiento ofensivo de los equipos hasta ahora. Como me imagino habrán escuchado por diversos medios, da la impresión de que el pitcheo ha sido dominante este año y que se está bateando muy poco. Tradicionalmente la “percepción” de lo que ocurre en nuestro béisbol nunca suele estar acompañado de evidencia estadística razonable, y en los contados casos en que esto ocurre, a veces se utilizan los numeritos inadecuados ó de forma inadecuada.

La primera pregunta es ¿Realmente ha disminuido la ofensiva este año? La respuesta es sí, y aunque no necesariamente a niveles históricos, sí significativamente con relación a los últimos dos años. En este momento la liga promedia 3.99 carreras por juego, ó digamos que 4, para no complicarnos la existencia. Históricamente la media de anotación de la liga ha sido de alrededor de 4.2 a 4.3 carreras por partido, es decir que en efecto estamos en presencia de una temporada “baja” en producción ofensiva; la tercera más baja de los últimos diez años.

Lo más notorio es el descenso en comparación con las ultimas dos temporadas. En la temporada 2001-02 la liga anotó 4.76 carreras por equipo, en ese momento el segundo total más alto de la historia. El año pasado se sobrepasó esa marca y se anotaron 4.80 carreras por equipo. La causa principal de este aumento, como me imagino ustedes intuyen, ha sido producto de los jonrones. La marca de la liga ha sido rota en cada una de las dos temporadas anteriores, y naturalmente, la marca de slugging ha sido igualmente rota.

A mi modo de ver las cosas la temporada de más ofensiva de la historia de la liga fue la del año pasado. Aunque el record de anotadas por juego por equipo no superó el de 4.9 establecido en 1981-82, en dicha temporada se produjo el no muy gratamente recordado incidente de Monchin Pichardo y los refuerzos del Licey. El Licey, ó más bien Monchin, despidió todos sus refuerzos en medio de la temporada, a modo de protesta por un asunto con la liga que yo ahora no recuerdo, pero creo que tenía que ver con un asunto de inscribir a un importado como sustituto de un nativo. A diferencia de estos tiempos, en aquel entonces los equipos se apoyaban bastante en los importados, y no tener ninguno significaba liquidarse ipso facto. Ante esa circunstancia el Licey utilizó a una serie de jugadores jóvenes, y por supuesto quedó de inmediato fuera de competencia. En donde fue más notoria la inferioridad azul fue en el pitcheo, y esa inferioridad fue tan abismal, que trastornó por completo los números de todo el mundo.

El pitcheo de los Tigres tuvo una efectividad colectiva de 4.74, 0.6 carreras peor que el de las Estrellas que quedó tercero con 4.14. Adjunto una lista de algunos de los principales lanzadores del Licey ese año.











LanzadorIPERA.
Gibson Alba55.15.53
Roberto Alexander46.15.24
Andy Araujo24.15.84
Ernesto Borbón59.14.55
Orlando De León23.05.87
Henry Herrera18.14.91
Adriano Peña20.17.08
Eddy Castro21.24.98


Casi doscientas setenta entradas de pitcheo bastante horrible, y el causante principal de la anomalía en la ofensiva del resto de la liga. Si acaso no lo recuerdan ese fue el año en el que Pedro Hernandez bateó .408 y las Estrellas batearon .301 colectivamente. Las Estrellas, por cierto, tuvieron un buen club ofensivamente hablando, pero lo único que queda en la memoria de los petromacorisanos es: El puente, Jim Lewis y Steve Bedrosian.

El grupo de lanzadores importados del Licey estaba compuesto por Larry Bradford, Bill Caudill, Charlie Leibrandt, Tom Niedenfuer, Rich Rodas, Reggie Patterson, Steve Shirley y Dave Stewart. Por supuesto no todos estaban al mismo tiempo, pero me parece que estamos de acuerdo en que es una lista bastante buena de lanzadores, algunos de ellos con buenas carreras eventualmente en Grandes Ligas como Caudill, Leibrandt, Niedenfuer (el jonrón de Jack Clark aparte) y Stewart. José Rijo, apenas un niño todavía (ó eso creemos) tiró 64 entradas con una efectividad relativamente buena de 3.80

En otras notas un poco más felices, de acuerdo a los números superficiales la mejor ofensiva de la liga, en este momento, la tienen los Gigantes del Cibao, quienes promedian 4.74 carreras por juego, cómodamente el total más alto de la liga. Los Potros además son lideres en promedio de bateo (.276) y slugging (.424), ambas marcas significativamente superiores al resto de la liga.

Si usted me conoce un poco ya sabe que de aquí en adelante yo voy a comenzar a argumentar acerca del contexto y de que hay cierta posibilidad de que esos números estén inflados por el Julián Javier. Pues sí, yo no estoy convencido de que a pesar de esa superioridad aparente de los Gigantes, ellos tengan la mejor ofensiva de la liga. Debido a falta de tiempo y falta de información, hace un par de años que yo no calculo los índices de cada estadio, pero en los años que lo he hecho, el Julián Javier era, por mucho, el parque que más aumentaba la producción ofensiva de la liga, incluyendo un aumento significativo en los jonrones. Por ejemplo, entre las dos temporadas del 1999 al 2001, en el Julián Javier aumentó la producción de carreras en un 32% con relación al estadio promedio de la liga. Lo de los jonrones es simplemente espectacular, 99% de aumento con relación al estadio promedio.

Los Gigantes son más un producto de su entorno que de sus habilidades reales. Ahora bien, uno de los grandes problemas de esta franquicia, y al cual yo me he referido en el pasado, es que pese a esta circunstancia única, su ofensiva nunca parecía sacar provecho, incluso superficialmente como ahora, de su paraíso para batear. Este año el caso es distinto, los Gigantes han bateado mucho más que en todas las temporadas anteriores, y eso en parte ha sido la causa de su excelente record hasta la fecha.

Tuesday, November 25, 2003

Cinco buenos Minutos : preguntas y respuestas con Miguel Diloné 

Miguel Diloné definió una de las épocas más exitosas del béisbol de invierno, y muchos lo consideran el pelotero más importante en la historia de esta liga. Su sola presencia en el home plate, y eventualmente en las bases, provocaba un estado de ansiedad casi insoportable cuando uno estaba en el lado contrario a las Aguilas, como es mi caso. Diloné atormentó mucho a mi equipo favorito en los setenta, y perfectamente claro tengo en la memoria de mi niñez aquella figura delgada con un casco protector que parecía quedarle grande, y el brillante uniforme amarillo con el numero “1” debajo de la marca “Bermúdez”. Como todo niño no Aguilucho de la época, detestar – deportivamente hablando, claro – a la nefasta “Saeta Cibaeña” era obligatorio.

Pero Diloné era un rival formidable, y los rivales formidables se respetan, y no hay dudas de que fue un privilegio disfrutar de niño de sus habilidades. La segunda etapa de la vida beisbolistica de Miguel ha sido igual de interesante. Miguel inició una carrera de manager con las Aguilas que no pudo ser más exitosa, y que aparentaba ser el curso lógico de la historia de que el hombre que guío a las Aguilas a muchas coronas en el terreno, hiciera lo propio desde la cueva.

Pero como uno no puede anticiparse a la historia, el matrimonio que parecía eterno entre Miguel y las Aguilas, súbitamente se rompió. Su próxima experiencia con el Escogido terminó en irrelevancia, y entonces su presencia en los dogouts de la liga desapareció. Incluso él mismo declaró en alguna ocasión que a veces era una experiencia difícil dirigir en esta liga, y que no le atraía ya tanto la idea de volver a hacerlo.

Pero afortunadamente Miguel ha retornado a la cueva este año con los Gigantes del Cibao, y los ha llevado a un record de 11 ganados y 7 perdidos a la fecha de hoy, llegando a estar incluso en el primer lugar por primera vez en la historia de la franquicia. Lo más notorio es que los Gigantes han sido golpeados por las lesiones y las enfermedades y han perdido una serie de jugadores clave, pero ello no ha sido obstáculo para que el equipo jugara su mejor béisbol bajo esas circunstancias.

El pasado domingo los Gigantes estuvieron en San Pedro y quisimos acercarnos a Miguel para que fuera nuestro primer entrevistado en esta sección del blog. Como el gran abridor que era, Miguel inicia los “Cinco buenos minutos” de Los Ultimos Innings. En la entrevista hablamos de los Gigantes, su trabajo en el verano, de managers, de estrategias, y por supuesto de las Aguilas.

Carlos José Lugo: No quisiera llamar sorpresiva la actuación de un equipo que clasificó cómodamente el año pasado, pero los Gigantes de unos días hacia acá han perdido a varios jugadores titulares, incluyendo a su principal jugador Ryan Langerhans, y es entonces cuando sorpresivamente han jugado mejor. ¿Cómo evalúas el trabajo de los Gigantes hasta ahora considerando las vicisitudes?

Miguel Diloné: Creo que mis muchachos han hecho un tremendo trabajo, para bien ó para mal – ahora más para bien – hemos sido golpeados por los imprevistos. Perdimos a nuestro segunda base de todos los días, Antonio Pérez, por una fractura en una mano, después vino Craig Brazell, que aunque no estaba bateando yo pienso que era un refuerzo que iba a producir en esta liga, y se le presentó un virus estomacal que prácticamente no lo dejaba ingerir alimentos y hubo que despacharlo. Mas atrás entonces Langerhans, hasta el momento yo creo que el mejor jugador de la liga, también salió de juego. Pero algunas veces algunas cosas malas te provocan otras buenas, le dimos la oportunidad a Victor Méndez, un muchachito clase A y ha hecho el trabajo. Vino otro muchacho que es un abridor más ó menos natural (Wilson Valdez) quien estaba lesionado y también me ha hecho el trabajo, el equipo luce distinto con él porque es un jugador muy vivo, con mucha pimienta.

Lo que hemos aprovechado es a este grupo de jóvenes con deseos de progresar y unirlos a algunos veteranos como Julio Ramírez - quien ha sido un jugador estable – Richard Gomez, Juan Sosa, que aunque no ha estado bateando - pero ha hecho buen trabajo. También Juan Brito, Angel Peña, en fin que hemos estado jugando prácticamente a base de nativos, y lo más importante es que todos los juegos los hemos estado batallando. Todo el mundo está dando un ciento por ciento.

CJL: ¿Qué aspectos del equipo son los que tu crees deben mejorar para definitivamente asegurar el pase a los playoffs?
MD: Bueno, como sabes nosotros estamos jugando con cuatro importados menos, y estamos buscando sustitutos. Todos sabemos que está liga comienza de una forma y termina de otra distinta, y por eso no podemos dormirnos y debemos seguir buscando mejorar. Hay jugadores que tenemos la esperanza de que se integren como José Reyes, estamos en búsqueda de un primera base de poder y un lanzador zurdo que nos pueda ayudar en el relevo. Los muchachitos han hecho tremendo trabajo, pero hay que estar conscientes de que apenas han lanzado en clase A media en su mayoría.

CJL: Variando un poco el tema y hablando ya un poco de ti personalmente, ¿Qué estas haciendo durante el verano, en la temporada muerta?
MD: Hace ya un par de años que estoy trabajando en la escuela de desarrollo de los Bravos de Atlanta, y anteriormente estuve tres años con los Mets de New York. He tenido oportunidad de desarrollarme en otros niveles e ir a los Estados Unidos, pero yo me siento bien trabajando con los muchachos nuevos que comienzan. Para uno es un orgullo y una gran satisfacción trabajar con un muchacho y que luego poder decir “yo fui el primero que trabajó con Willy Mo Peña, con José Reyes”. Cuando tres ó cuatro años después un muchacho de esos llega a grandes ligas uno se siente muy bien y muy satisfecho de haber cumplido su trabajo como hombre de béisbol. Esa es la satisfacción para los que nos gusta este tipo de trabajo.

CJL: Precisamente esa era la próxima pregunta que te iba a hacer, si tu meta futura no era la de estar en grandes ligas como otros Dominicanos que están de coaches como Alfredo Griffin, Manny Acta, Luis Silverio, etc. y también los managers como Felipe Rojas Alou y Tony Peña, pero creo que en parte tú has dado la respuesta en la pregunta anterior.

De nuevo variando el tema, Miguel, tu estuviste en la primera gran época de las Aguilas y por supuesto eres el símbolo por excelencia de esos equipos. También participaste en esta otra gran época actual llegando a ser campeón como manager, sé que esta pregunta te la han hecho cientos de veces, pero es imposible para mi no hacértela. ¿Cuál es el gran secreto de las Aguilas?, ¿Cuál fue el secreto del éxito de ese entonces y de ahora?

MD: Mística. El secreto de las Aguilas es mística. Hay una confusión con respecto a esto y mucha gente cree que las Aguilas solo buscan jugadores de la región del Cibao, pero eso no es cierto. En los tiempos de uno allá llegaron muchisimos peloteros de otros sitios, como de San Pedro de Macorís. Con nosotros estuvo Alberto Lois, Eugenio Cotes, Nelson Norman, William Suero, Bernardo Tatis. Alberto Castillo que es de Las Matas de Farfan, Domingo Martínez en su gran año estuvo con nosotros, también Manny Martínez. Es decir, que es la mística, es el equipo. El pelotero cuando llega allí se adapta.

Siempre ha existido esa confusión de que el pelotero de las Aguilas es Aguilucho, pero en realidad son simplemente profesionales que llegan allí y te repito que se adaptan. Ven el ambiente que hay, ven cual es la línea que hay, y tienen que seguirla.

CJL: A tu juicio ¿cual es la principal característica que debe tener un dirigente? ¿Ser un gran comunicador, un gran estratega, un líder? ¿Cuál consideras más importante?
MD: Es un conjunto de todas. Quizás si te comunicas muy bien entonces no eres buen estratega y viceversa. Por eso creo que es un conjunto de todas. Yo también creo que hay que ser muy habilidoso. Mi idea es jugar el juego día por día y tratar de manejar bien los lanzadores de manera que les hagan la menor cantidad de carreras posibles. Siempre he dicho que si mantienes el score manejable, le estas dando una oportunidad a la ofensiva de que te gane el juego ó pueda retornar si estas detrás. Siempre hay oportunidad de ganar de esa forma. A veces hay que tener un cierto sexto sentido y mirar las cosas hacia delante, esa es otra característica de un buen manager.

CJL: Tu jugaste en una época donde en la liga las carreras eran escasas, y de hecho tu definiste una era en donde el estilo de juego era el de manufacturar carreras a base de velocidad. Sin embargo, en los últimos años, las cosas han cambiado un poco, el bateo de poder y sobre todo el jonron ha cobrado mucha más importancia. Ustedes, incluso, juegan en un estadio muy proclive a la producción ofensiva. ¿Tu crees que hay que adaptarse a esa realidad y jugar más un juego estación a estación utilizando el jonron como arma, ó piensas que todavía es una liga donde la agresividad y las estrategias de manufacturar carreras son más importantes?
MD: Cada dirigente tiene su librito. Yo creo que el juego estación a estación y buscando jonrones es menos productivo que un juego de motivar y provocar las situaciones. Fíjate por ejemplo, hace poco un jugador de nosotros no estaba tocando y yo le dije “mira, cuando te jueguen detrás tócala”, el la tocó y se la dejo en las manos al tercera base con un hit. Al otro día, jugando con el mismo equipo, el tipo le jugó delante y un rodado que era un rodado fácil en situación normal pasó por el lado del defensor para un hit. Luego yo le pregunte “por que tu crees que conseguiste este hit ahora?” y él me contestó “por el toque de anoche”.

Entonces tu tienes que provocar situaciones, yo no creo en el juego de estación a estación. Yo creo que hacer las cosas pequeñas es importante en el béisbol y en todas las facetas de la vida. Hacer las cosas pequeñas eventualmente te llevará a conseguir las cosas grandes. Cuando piensas en lo grande desde el principio, vas a tener problemas. Yo creo firmemente en eso y lo aplicó en el juego, un pequeño hit and run, una base robada por aquí, un toque por allá, te lleva a ganar juegos más que plantarse ahí a querer sacar la pelota en cada turno.

CJL: ¿Tus expectativas con el club?
MD: Yo solamente pienso en quedar entre los primeros cuatro, después que eso ocurra, entonces pensaré en la siguiente etapa. Yo no pienso más allá de ahí. Los seis equipos cuando salen tienen como meta quedar entre los primeros cuatro. Yo no puedo pensar de entrada que voy a ser campeón, sub-campeon, ni nada. Yo lo que pienso es dejar dos equipos detrás de mi, y cuando deje esos dos, entonces pensar en dejar dos más detrás también.


Gracias a Miguel por su gentileza en esta entrevista.

Monday, November 24, 2003

Las enredadas rayas del Tigre 

Frescos todavía de un histórico e inolvidable triunfo en la Serie Final ante su rival más formidable, el Licey casi sin darse cuenta, quedó fuera de la clasificación el año pasado. La historia la conocemos todos, pero reitero que todo aquello pasó tan repentinamente que a veces da la impresión de que no pudo haber sucedido. Parece que esa experiencia tan desagradable dejo marcas muy profundas en el “braintrust” felino, y desde muy temprano este grupo de personas encabezadas por el Gerente General Fernando Ravelo Jana diseñaron un plan para reunir un colosal grupo de jugadores, y de paso no repetir la terrible experiencia del año previo.

La integración, casi diaria, de jugador importante tras jugador importante, solo rivaliza en los últimos tiempos con aquel plan maestro de las Estrellas de hace dos años (precisamente cuando los Tigres lo ganaron todo) , plan maestro que terminó como los del ratón Cerebro, el de los muñequitos, y de cuyo desenlace yo prefiero no acordarme.

La diferencia entre ambos casos es que las Estrellas reunieron un grupo de estelares, pero dicho grupo no desplazó de posición alguna a ningún otro pelotero que pudiera considerarse importante, y de hecho, se puede hasta argumentar que pese a todo el bagaje, las Estrellas de ese entonces era un equipo con claras imperfecciones. En el Licey, reitero, el caso es distinto. Los Tigres - de forma muy sutil por cierto - han acumulado la mayor calidad en roster de equipo alguno en esta liga. Las Aguilas tienen un gran grupo, pero no presentan esa concentración de talento de liga mayor lista para aportar que lucen los Tigres. El Escogido, equipo que acumulo durante años ( gracias a un sistema imperfecto) el mayor talento de la liga, no es lo mismo de antes, y me parece muy obvio que está detrás de Licey y Aguilas en calidad hoy día.

Uno de los clichés más insoportables que se usa en el béisbol es el del “problema agradable” que se supone tiene un manager cuando tiene dos ó tres peloteros de la misma posición y de similar calidad. Digo que el cliché es insoportable, no solo por la obvia contradicción, sino porque en béisbol no existen dichos problemas. Si usted tiene dos catchers buenos entonces decide cual de los dos será mejor, y cambia el otro por jugadores de otras posiciones en las que esté débil, ó simplemente por prospectos... ó lo que sea. El caso es que no se queda con todos.

En el Licey se va a presentar el dilema del “problema agradable”, ó mejor dicho, ya se ha presentado. Peor aun (ó mejor aun, depende de cómo se vea) el desfile de estelares no se detiene. El Licey espera para los próximos días a los relevistas Guillermo Mota y Félix Rodríguez, los cuales se van a unir a Julio Mañón, Vladimir Núñez, Melqui Torres, Joel Horgan, Bobby M. Jones, etcétera. Dicen que el pitcheo nunca sobra, de modo que en este aspecto el asunto no es tan complicado. Yo no creo en la etiqueta de “cerradores”, y me parece que Manny Acta puede sacar gran provecho de esa eventual enorme profundidad del bullpen sin necesidad de etiquetar a nadie como el hombre que lance el noveno.

En donde el asunto es un poco más complejo es en los jugadores de posición. Ahora mismo el Licey tiene exceso de talento en varias posiciones, y peor aun, falta gente por integrarse, pero peor aun, circulan rumores de que el Licey se habría acercado a las Estrellas de Oriente para explorar la posibilidad de un cambio que envuelve a Vladimir Guerrero, Damaso Marte y Abraham Núñez.

En este momento el Licey tiene a Carlos Peña de primera base, que imaginamos no debe ser movido porque a pesar de que su ofensiva es a veces inestable, es un gran primera base defensivo. Tener a Peña en primera implica utilizar a Andy Abad en uno de los jardines ó designado. Cuando Abad está en el outfield entonces se sale del panorama Manny Martínez (quien de hecho hace rato que no aparece) por la presencia de Timonel Pérez e Izzy Alcántara. La situación en el outfield se complicará más cuando aparezca Daniel Bautista, y ni siquiera me voy a referir a la supuesta llegada de Eric Byrnes, ni la prolongada “puesta en forma” del pelotero anteriormente conocido como “El Matatán Azul”.

En el infield el panorama es también complejo. D’Angelo Jiménez debe jugar todos los días no importa como ni adonde, pero digamos que es el segunda base regular sin discusión. En la tercera base se han estado turnando Cody McKay y Ronnie Belliard. McKay puede ser catcher y outfield, pero entonces el catcher es John Buck quien tiene mejor defensa, y aparte sobra Angel Martinez. McKay también podría jugar en el leftfield, pero lo que menos necesita el outfield es otro elemento para complicarlo.

Donde el asunto aparenta estar claro es en el shortstop, donde ya definitivamente ni D’Angelo ni Ronnie pueden jugar todos los días, y en donde se supone estará Cristian Guzmán (por favor, ninguna broma con Deivi Cruz, por favor) por encima del jovencito Erick Aybar. Entonces, como están las cosas, lo ideal podría ser un platoon con Ronnie y McKay en tercera, igual con D’Angelo y Ronnie en segunda para descansar a D’Angelo como designado, y los sustitutos alrededor del infield que sean Aybar y Henry Mateo.

Fuera de nuestra lista quedan José Offerman, Aramis Ramírez, Erick Almonte y Luis Castillo. ¿Qué les parece?

Un buen dirigente como Manny Acta lo que haría es sacar provecho a una situación como esa apoyándose en el platoon. Los Tigres, de hecho, tienen muchos bateadores zurdos que pueden ser neutralizados por un buen pitcher zurdo abridor, y también puede ser explotada esa característica por un manager contrario (¿alguien dijo Arnaldo Muñoz ó Dámaso Marte?) en las entradas finales. El hecho de que en la liga no exista esa cantidad de brazos zurdos de nivel favorece al Licey, pero eso podría cambiar en un Round Robin ó una serie corta.

El gran problema es que, al menos en esta liga, todos esos hombres no aceptarán tan fácilmente ser alternados. Solo imaginen el escenario en el outfield cuando se integre Daniel Bautista. ¿A quien sienta usted para dar juego a Bautista? ¿Izzy? ¿Tulile? ¿Timo? ¿Ninguno? ¿A todos?

Como vemos, esta es una madeja que se enreda y se enreda mientras más escenarios posibles nos inventamos. La mayoría de la gente piensa que el gran problema del Escogido durante una década ha sido precisamente el exceso de talento, que provoca no poder tener a gusto a todos los peloteros. Ciertamente los Leones a lo largo de los años han tenido muchos jugadores de similar habilidad (en el infield principalmente) que no pueden jugar todos al mismo tiempo. En mi opinión esa ha sido la mitad del problema, la otra mitad es que los jerarcas de los Leones se han encargado de poner de regulares a los peloteros equivocados. Por ejemplo la ocasión en que sentaron a Rafael Furcal en un Round Robin (su año de novato) para darle la posición a Abraham O. Núñez.

El Licey se encuentra en la misma disyuntiva en este preciso momento, y lo que yo desearía si fuera liceísta es que no se cometan los mismos errores del Escogido, pero el asunto es que en el Licey la cosa no es tan poco compleja. El Escogido claramente tenía jugadores buenos y otros no tanto y para su mala fortuna, ellos mismos se creyeron el cuento de que esos hombres de los cuales se pasaban hablando todos los periódicos y programas, en realidad tenían un gran talento, lo cual no era cierto. En el Licey de hoy día me parece que no es tan fácil hacer esa diferenciación, y reitero que es entonces donde el grupo de operaciones de béisbol del club y Manny Acta deben poner a funcionar las neuronas y establecer un plan estratégico que no de cómo el resultado de este gran esfuerzo algo GMC.

Grande, Malo y Caro.


GIGANTES

Por primera vez en su corta existencia los Gigantes del Cibao están en el primer lugar en este punto de la temporada regular. La sorpresa yo no creo que sea tanto el juego desarrollado por el club - hay que recordar que clasificaron el año pasado casi sin susto – sino con el personal que han logrado escalar esta posición. El club nordestano ha sido golpeado fuertemente por la ausencia y partida de jugadores importantes en los últimos días, que incluyen a su segunda base regular Antonio Perez, primera base Craig Brazell, jardinero derecho (y mejor jugador) Ryan Langerhans y Jung Bong, lanzador abridor.

Pero de forma casi mágica Miguel Diloné ha mantenido enfocado a este grupo de hombres y a base de jugadores semi-desconocidos como Wilson Valdez, Victor Mendez, Richard Gomez, Adriano Rosario, entre otros, los Gigantes comparten el primer lugar con las Aguilas. Ayer vi a los Gigantes derrotar a las Estrellas por cuarta ocasión consecutiva, y debo confesar que lo unico destacable del club (en terminos de personal) fue el jovencito Adriano Rosario, a quien ya había visto por televisión en el juego aquel ante el Escogido, y que en persona me causó muy grata impresión. Rosario fue adquirido en el draft de novatos (¡Arriba la igualdad!) y su labor en Clase A en el verano fue muy buena. Lo más destacable de Rosario – y de lo cual fuimos testigos ayer – es el avanzado comando de sus pitcheos para alguien de tan poca experiencia.

Rosario apenas concedió 30 bases por bolas en 160 innings, con 119 ponches en la liga del Medio Oeste, y en el actual torneo tiene solo 5 en 20 entradas lanzadas. Ayer frente a los Orientales no caminó a nadie en seis entradas. El chico ha ganado 3 juegos con efectividad de 1.35, y no hay dudas que es la gran historia de este equipo hasta ahora.

Como decía, el resto del equipo ha sido eficiente hasta ahora, pero hay que ver hasta cuando. Wilson Valdez es un jugador con experiencia de AAA este año, pero su control de la zona de strike (34 BB en casi 500 turnos) no me parece el más adecuado para un bateador abridor. Lo mismo aplica para Sosa, Mendez, Gomez, etcétera.

Está claro que ofensivamente los Gigantes necesitan un sustituto para Langerhans en el outfield, un primera base con poder, y otro pitcher por Bong. Cuando José Reyes entre a juego entonces Diloné movería a Valdez a segunda, y con el nuevo primera base refuerzo, Francisco Santos podría moverse y hacer un platoon en el left con Richard Gomez.

A propósito de Diloné, hicimos una entrevista con él el domingo la cual será la primera en aparecer en Los Ultimos Innings, y que creo es interesante, esperen la publicación posiblemente mañana.

Notas

· La ofensiva de las Estrellas probó una vez más ayer lo disfuncional que es, cuando luego de apabullar a los Toros el sábado, no hubo forma que le pudieran ver la bola a Adriano Rosario al día siguiente. Una buena señal es que siguieron mejorando Pablo Ozuna, Abraham Núñez y Felix José, pero por otro lado, se prolonga el slump de J.D. Closser (a quien yo mantuviera el tiempo que sea necesario) Koyie Hill, Wilton Guerrero y ahora Ed Rogers.

Aun los Orientales no han podido ganar dos partidos consecutivos en la temporada, y para complicar el asunto vienen tres juegos consecutivos ante un Licey superior en el papel, y otro más antes que finalice la semana. Es una pena (para las Estrellas, claro) que el conjunto no haya sido capaz de aprovechar seis derrotas consecutivas de los Azucareros y once en doce juegos del Escogido.

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· El gran Luis Polonia llegó a 600 hits de por vida en temporadas regulares, otra meta alcanzada por el extraordinario jugador de las Aguilas. Por supuesto, Polonia ha conectado más de doscientos hits en post-temporada, por lo que en realidad deberían ser alrededor de 750 hits los que tendría si el formato de la temporada regular se hubiera mantenido en sesenta juegos. Polonia es además el dueño de casi todos los records ofensivos en post-temporada.

Por cierto, ¿quién creen ustedes que ha sido el mejor jugador de las Aguilas? ¿Diloné, Polonia ó Tony Peña? Esta es una de las preguntas cuya respuesta pensamos buscar a base de análisis en el famoso proyecto del libro. Es muy fácil contestar “Diloné” sin pensarlo mucho, pero yo no estoy seguro que esa sea la respuesta definitiva. Confieso no haber hecho el análisis a fondo, pero revisando de vez en cuando los records de los setentas, los ochentas y revisando la carrera de Polonia y lo decisivo que este también ha sido para las Aguilas, hasta que yo no lo vea todo en blanco y negro no me atrevo a señalar a ninguno. Tony Peña, de su lado, era uno de los grandes receptores defensivos de grandes ligas que además conectó cuarenta jonrones en este béisbol. Eso, en sí mismo, lo hace uno de los diez mejores peloteros de la historia de la liga.

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· A veces hay que sentir pena por el Escogido. El juego que perdieron en la madrugada del domingo frente al Licey son de los que le sacan el aire a cualquiera. No me sorprende en nada que las Aguilas le barrieran la doble jornada de ayer domingo.

Insisto en que el Escogido necesita la llegada, pronta, de David Ortiz, Neifi Perez y Rafael Furcal. Ortiz y Furcal mejorarían la ofensiva notablemente y Perez les daría estabilidad en el shortstop aparte del liderazgo en el terreno.

Ya están en acción los dos últimos refuerzos, Scott Hodges y Henri Stanley. Hodges es un tercera base que pertenece a Montréal y que bateó .288/ .327/ .419 en la Liga de la Costa del Pacifico. Hodges batea a la zurda, y para ser honestos lleva ya un par de años estancado en el mismo lugar. Su poder es ordinario para un jugador de las esquinas y su control de la zona de strike igualmente ordinario. Cualquier alternativa al fetiche del Escogido con Wilton Veras es bienvenida, pero Hodges tampoco es la segunda venida de Tim Wallach ni nada parecido.

Stanley por su lado es un buen jugador ofensivo, a quien el Escogido se encargó de promocionar como un “joseador al estilo Pete Rose”, en vez de resaltar cosas verdaderamente importantes como el hecho de que Stanley lleva cuatro temporadas bateando muy bien en cada uno de los niveles que ha jugado, con buenos números de poder y control adecuado de la zona de strike.

Stanley bateó .292/ .368/ .445 en AAA, jugando la mitad de sus juegos en un estadio imposible para bateadores como el de New Orleáns. Stanley además tiene buena velocidad y puede jugar en el jardín central, si así hiciera falta. Un buen pelotero para esta liga, etiquetado de la forma menos importante por su propio equipo.

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