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Monday, February 28, 2011

La estrella silente 

El siguiente es un articulo publicado probablemente a inicios del año 2009 en el periodico Listín Diario.  Es acerca de Carlos Beltrán, y me parece interesante reproducirlo a propósito del anuncio, ya oficial, de que el jugador puertorriqueño de los Mets de Nueva York, se moverá del jardín central al derecho la próxima temporada.  Ojalá les guste.




El domingo en la noche mi hijo me hizo una de esas preguntas típicas que se le ocurre a un niño curioso de siete años: ¿Quién es el mejor pelotero del mundo? Mi respuesta inmediata y casi reflexiva fue “Alex Rodríguez” y la misma se extendió a una explicación de varios minutos, porque lógicamente el pequeño Carlos quiso saber las razones de mi respuesta, aparte de su interés en conocer cuales otros componían la lista de los mejores.

Al día siguiente explorando el web-site de Bill James (Bill James On Line) me encontré con un articulo de David Fleming titulado “La súper-estrella olvidada” y luego de leerlo no tuve más que reflexionar sobre la lista que le había mencionado a mi hijo la noche anterior.  Peor aun, yo que siempre he sido un defensor de los talentos del jugador al cual se refiere Fleming, me dí cuenta que lo había ignorado completamente, y ese es el punto que nos quiere hacer ver el autor en su articulo.

Un ejercicio rápido (siguiendo la ruta de Fleming) Imaginen una lista en sus mentes de un jugador, no lanzador que tomando como base la temporada anterior cumpla con las siguientes características: Que sea buen bateador de promedio, por encima de .280, más de 25 jonrones conectados, al menos sesenta o setenta bases por bolas recibidas por año, al menos 20 bases robadas y con un porcentaje de éxito mínimo de un 75 por ciento.  Defensivamente hablando, que juegue una de las principales posiciones del espectro (catcher, shortstop, centerfield, segunda ó tercera base) y que además sea un muy buen jugador defensivo.  Para los que creen en bateadores del clutch, pues que también sea excelente en ese aspecto, que sea saludable y que como cereza al helado, que juegue para un equipo competitivo.

Lo anterior define a un jugador esencialmente completo, con pocas fallas, y que cualquiera quisiera tener en los Dodgers...perdón, mejor dicho, en el equipo de sus simpatías.  ¿Ya pensaron quien puede ser?  La respuesta es Carlos Beltrán.

Beltrán ha sido, en términos de valor, uno de los diez mejores jugadores de la Liga Nacional las ultimas tres temporadas, y nadie se da por enterado.  Es más, Beltrán es el caso curioso de un jugador que ante los ojos de muchos es un sobre-estimado (por virtud de su gigantesco contrato) pero que en realidad es un subestimado, si me entienden lo que quiero decir.  En el 2008 Beltrán bateó para .284 jugando la mitad de sus juegos en un parque de lanzadores, su promedio de por vida es .281.  Aparte tiene la combinación de poder y paciencia como atestiguan sus 28 jonrones y 92 bases por bolas recibidas.  El puertorriqueño es el robador de bases más eficiente de la historia con un porcentaje de éxito de 88%, demostrado una vez más la temporada anterior con 25 robos en 28 intentos.  Su defensa en el jardín central le ha valido tres guantes de oro consecutivos.  En situaciones del clutch el año pasado Beltrán bateó .333/.390/.528, y ni hablemos de sus números de por vida en playoffs: .364/.485/.817, y de hecho, su OPS de 1.302 es el mejor de todos los tiempos en post-temporada.

Y no es un asunto de seleccionar convenientemente un conjunto de estadísticas que favorezcan a Beltrán.  Métodos más sofisticados confirman por igual la valía de la estrella de Borinquen.  Tomemos Average Equivalente: Beltrán ha tenido un EqA por encima de .300 en cinco de las ultimas seis temporadas.  El Average Equivalente engloba todas las contribuciones ofensivas de un jugador, hace un ajuste por estadio y liga, y las expresa en un número similar al tradicional promedio de bateo.  Quiere decir entonces que Beltrán ha sido un jugador ofensivo de primera línea, y al mismo tiempo uno de los mejores jardineros centrales defensivos del béisbol en ese lapso de tiempo.  Win Shares por igual atestigua el valor de Beltrán.  Las últimas tres temporadas sus totales de 38, 27 y 33 Win Shares, respectivamente, lo han situado segundo, décimo-séptimo y tercero entre todos los jugadores de Grandes Ligas.  Si esa no es la definición de un jugador estrella, pues yo no sé entonces cual podría ser.

Carlos Beltrán es una victima de su contrato de 119 millones de dólares y las expectativas creadas alrededor del mismo, elevado exponencialmente por jugar en un mercado como el de la ciudad de Nueva York.  Es la gran contradicción, un pelotero que es un subestimado porque por jugar en Nueva York todos creen que es un sobrestimado.  Cuando alguno de sus hijos les pregunte por los mejores jugadores del béisbol, por favor háganle un pequeño espacio a Carlos Beltrán.





Tuesday, February 15, 2011

Retro-Blog, Serie Mundial 1991 


Recientemente uno de mis amigos en Twitter me preguntaba la razón por la que no escribía prácticamente nada en mi blog, que empecé escribiendo en el 2003, y que eventualmente se transformaría en lo que es hoy la columna en el Listín Diario.  La razón fundamental es el tiempo y otro poco la holgazanería.  A veces encuentro más interesante leer que ponerme a escribir tres horas para un tonto blog, que al final quizás lea poca gente.  Una de las ventajas que me brinda el blog, sin embargo, y que no tengo en la columna del periódico, es el espacio.  Aquí por ejemplo no tendría ningún problema en extenderme 2,000 palabras tratando de explicar el por qué pienso que Andy Pettite no es un miembro del Salón de la Fama, que fue el tema de una de mis columnas más recientes en UI – Listín Diario.  La otra ventaja es que en el blog puedo escribir del tema que me inspire en el momento, sin la obligación de tratar la actualidad, ó el temor de que lo que escriba sea demasiado esotérico ó fiambre.  Es decir, este es mi blog, y aquí escribo lo que se me venga en gana.

Anyway (esta es otra cosa que puedo hacer en el blog, usar palabras y expresiones en inglés a mi antojo, que no es lo correcto, pero a mi me divierte) una de las cosas que le dije a la persona de la que les hablé en twitter, es que tenía una idea de hacer algo así como un “retro-blog” usando como base los resúmenes en video de las Series Mundiales que poseo.  El asunto es bastante simple, rueda el video, y a medida que pasen cosas, recordar los hechos y simplemente comentar improvisadamente acerca de ellos a ver que sale.

Pues vamos a empezar el experimento con la Serie Mundial de 1991.  ¿Por qué esta y no otra?  En realidad no hay ninguna razón particular.  Simplemente hoy encendí el DVD, estaba el disco de algunas series de los años cuarenta, en particular la de 1948, y pues al terminar de verla tomé el disco de las series del ’91 y ’92, decidí ver la primera, y pocos minutos después de iniciar, me vino la inspiración de tratar de hacer el retro-blog.  Aquí vamos entonces.

0:00 – 1:19
El video inicia con la voz de Ernie Harwell, legendario narrador de los Tigres de Detroit, recientemente fallecido, y quien narra el video completo, recitando algunas estrofas del poema “A Psalm of Life” de Henry Wadsworth Longfellow, y mostrando imágenes de la temporada de 1990. 

TELL me not, in mournful numbers,
        Life is but an empty dream! —
    For the soul is dead that slumbers,
        And things are not what they seem.

Lives of great men all remind us
        We can make our lives sublime,
    And, departing, leave behind us
        Footprints on the sands of time;

Hay que recordar que tanto los Bravos de Atlanta como los Mellizos de Minnesota habían quedado en el sótano de sus respectivas divisiones (el oeste en cada caso, en la antigua estructura de dos divisiones por liga) con marca de 65-97 y 74-88 respectivamente.  Los Bravos del 1990 eran una combinación de talento joven dando sus primeros pasos en grandes ligas (David Justice, Ronnie Gant, Jeff Blauser, Mark Lemke, Tommy Glavine, John Smoltz, Steve Avery, Pete Smith, Kent Mercker y Derek Lilliquist) y jugadores veteranos, unos aun productivos, ó con algunos años productivos por delante (Lonnie Smith, y Charlie Leibrandt) y otros ya en el ocaso de sus carreras – como Dale Murphy y Ernie Whitt - .

En el caso de los Mellizos el núcleo ofensivo que había ganado en 1987 y tuvo aun mejor temporada en 1988 ya estaba en medio de su madurez.  Kirby Puckett, Kent Hrbek, Gary Gaetti y Dan Gladden pasaban de 30 años de edad, Greg Gagne tenía 28, y del grupo solo Gaetti (.229/.274/.376) y Gagne (.235/.280/.361) tuvieron temporadas malas.  El pitcheo, especialmente el abridor, es otra historia.  El as de la rotación Frank Viola había sido traspasado a los Mets de Nueva York en el cambio que trajo a Kevin Tapani, Rick Aguilera y David West.  Tapani y West, junto con Roy Smith, Allan Anderson, Mark Guthrie y más adelante Scott Erickson, conformaron la rotación, cuyo numero de victorias con apoyo neutral contribuidas (SNVA – Support Neutral Value Added) fue de -4.9.  Solo los Indios de Cleveland y Tigres de Detroit tuvieron peor pitcheo que los Mellizos en la Liga Americana en esa temporada. 






3:09
Ya en 1991 se habla de que nunca dos equipos que habían llegado en último lugar el año anterior se habían enfrentado en una Serie Mundial al siguiente.  Harwell habla de las dos cenicientas y el contraste entre dos jugadores, el veterano jardinero Lonnie Smith (.275/.377/.394) quien está participando en su cuarta Serie Mundial y con equipos diferentes en cada caso (Philadelphia 1980,  San Luis 1982, Kansas City 1985 fueron los otros) y el joven segunda base de primer año Chuck Knoblauch (.281/.351/.350, 25 BR) quien en su primera temporada llega hasta el gran baile, ganando más luego el premio a Novato del Año.


¿Un solo voto?
Mi primera digresión del RetroBlog la hago a propósito de Knoblauch, quien ganó el premio recibiendo 26 votos de primer lugar, mientras el lanzador Dominicano de los Azulejos de Toronto, Juan Guzmán obtendría uno y el jardinero de Detroit Milt Cuyler el otro.  Los números de Knoblauch evidentemente no son una cosa del otro mundo, y si bien el ’91 no fue un año de grandes novatos, uno se pregunta si en verdad Knoblauch era merecedor de ganar el premio de manera tan abrumadora.  Para los que no conocen la historia, Juan Guzmán venia de dominar la Liga Dominicana lanzando para los Tigres del Licey en 1990-91 (7-1, 1.69, 58.2 IP, 54/18 K/BB) y todo el que lo vio lanzar aquí estaba convencido de que Guzmán era un pitcher que pertenecía a las mayores.  Los Blue Jays eran quienes no estaban muy convencidos de eso y dejaron a Guzmán empezar en Syracuse (AAA) en el ’91 en donde este tuvo un record relativamente mediocre de 4-5 y 4.03 de PCL, 67 ponches en 67 entradas, pero 42 bases por bolas.  El control siempre había sido el problema de Guzmán, y el avance mostrado con el Licey apenas algunas semanas atrás, no se había transferido al ingles.  En fin, Toronto decidió subir a Juan y su primera apertura fue el 7 de junio en Baltimore ante los Orioles, en donde lanzó 4.2 entradas, permitió 6 hits ponchó 5 y caminó 3, en una derrota 6 por 4.  Su segunda salida fue en Toronto una semana después, con resultados aun peores (4 IP, 4H, 5C, 4CL, 3BB, 1K) en otra derrota de los Azulejos ante Baltimore.  La próxima derrota de Juan se produciría  en una salida de mantenimiento (3IP, 3H, 1C, 1BB, 2K) el 5 de octubre ante sus eventuales rivales de la Serie de Campeonato, Mellizos de Minnesota.  En el medio de estas dos derrotas, el dominicano ganaría diez decisiones consecutivas, siendo una pieza importantísima en el titulo divisional ganado por los Azulejos.  Guzmán terminaría con marca de 10-3, 2.99 PCL, 138.2 IP, 98H (Guzmán era muy difícil de batear por su bola rápida pesada, y especialmente violentos lanzamientos de tenedor y slider corto) 66 BB, 123 ponches y apenas 6 jonrones permitidos.  Y la pregunta es entonces, ¿Quién merecía mas el premio?







El método de victorias sobre nivel reemplazo (WAR) que determina el numero de victorias que aporta un jugador por encima de uno cuyo valor es tan pequeño que virtualmente al equipo X le costaría nada obtenerlo, lo usamos en tres versiones diferentes en este caso.  La primera (WAR) la utilizada por Baseball-Reference, la segunda (WARP3) de Baseball Prospectus, la tercera (WAR*) la de Fangraphs, y finalmente los Win Shares de Bill James, en la versión que aparecen en el libro del mismo nombre.  Hay bastante discrepancia entre los métodos, y realmente es difícil obtener una conclusión concreta a partir de los mismos.  De acuerdo a los Win Shares Knoblauch fue el jugador de más valor, pero Fangraphs opina todo lo contrario.  Podríamos asignar un peso específico a cada método como una forma de buscar el consenso que no existe, pero eso ya seria entrar en el terreno de lo especulativo.  El punto es que Knoblauch ganó el premio, que Guzmán quizás debió recibir algunos votos más de primer lugar, y lo mismo se puede decir de Charles Nagy de los Indios de Cleveland.  Milt Cuyler era un buen jardinero central defensivo, y al menos B-Ref y Fangraphs piensan tan bien de su defensa que obvian en parte el poco sorprendente .257/.335/.337 y 41 robos en 51 intentos de Cuyler, y que fue todo su aporte ofensivo esa temporada.  Cuyler en realidad no podía batear y ya en unos pocos años estaba fuera de las mayores.

Primer juego
3:11
El lanzamiento de honor lo hace Steve Palermo, arbitro de la Liga Americana quien en junio de 1991, tratando de defender a una señora que era victima de un asalto, fue victima de un disparo que le dejó con dificultades motoras.  Palermo hace el lanzamiento apoyándose en dos muletas, y luego recibe muestras de afecto de sus compañeros de oficio.  Al momento Palermo era considerado uno de los mejores árbitros del juego, sino el mejor.





Jack Morris (18-12, 3.43, 125 ERA+, 4.1 WAR) nativo de Highland Park, MN y el as de los Tigres de Detroit por más de una década, toma la lomita en el primer juego por los Mellizos de Minnesota.  Morris retira en orden y fácilmente a los Bravos en el primer inning.  Su rival en este partido es el veterano zurdo Charlie Leibrandt (15-13, 3.49, 112 ERA+, 4.3 WAR) y unico abridor del equipo con experiencia en Serie Mundial, en 1985 con los Reales de Kansas City.

Knoblauch deja caer un blooper a territorio corto el jardín central colocándose inmediatamente en base, y sus dos hermanas mayores (aparentemente gemelas) saltan de la emoción en las gradas.  Con dos outs y bateando Kirby Puckett, Knoblauch aprovecha un cambio de velocidad de Leibrandt y se roba la intermedia, pero las cosas quedan ahí para los Mellizos.

5:36
En el tercer episodio, y después de dos outs, Dan Gladden (.247/.306/.356, 0.7 WAR) es transferido y se roba la intermedia – irónicamente Gladden recibió 36 BB y se robó 15 bases en 24 intentos esa temporada, nada sorprendente – dando a Knoblauch una segunda oportunidad.  En conteo de 0-2 Leibrandt deja una bola rápida en la zona alta – claramente bola el lanzamiento – pero Knoblauch hace swing y saca un rodado a la izquierda del segunda base que se tira de cabeza sin resultados, y la pelota rueda al bosque derecho.  1-0 Mellizos, pero Knoblauch comete la novatada de intentar llegar a la segunda base y es puesto out por Rafael Belliard para cerrar el inning.

6:31
Los Mellizos amenazan en el quinto con Kent Hrbek en tercera y Scott Leius en primera, pero el bateador es el torpedero Greg Gagne (.265/.310/.395, 8 HR, 2.1 WAR) no precisamente el mas peligroso en la ofensiva de los Twins.  Gagne explica que su intención era simplemente tratar de hacer contacto y colocar la pelota entre primera y segunda, sin embargo, Leibrandt se equivoca y deja un pitcheo en la zona interna, sobre el cual Gagne reacciona, y la desaparece por encima de la verja del jardín izquierdo.  Los Mellizos ganan ahora 4 por 0. 



Las cosas no terminan aquí, Leibrandt es sustituido por el veterano Jim Clancy (antiguo conocido de Bobby Cox de su época en Toronto) y con las bases llenas Brian Harper (si, ese mismo Brian Harper) conecta una línea fuerte al jardín izquierdo que es atrapada por Brian Hunter fildeando hacia su izquierda.  Este da un giro y hace un disparo que golpea perfectamente al hombre del corte (Pendleton) y este hace el relevo al home plate, en donde Gladden, quien había salido tarde en el pisa y corre, es puesto out por el catcher Greg Olson, dando como resultado una de las fotos mas cool de la serie y que es esta :





8:22
Sencillos consecutivos de Jeff Treadway y David Justice le rompen el ritmo a un Morris que había navegado sin problemas hasta ese momento.  Ronnie Gant conecta hit al left remolcando a Treadway, y ahora el empate va al home plate en la persona del primera base Sid Bream.  Morris congela a Bream con una bola rápida en la parte interna, y ahí queda la amenaza de los Bravos.






9:36
Un cuadrangular de Hrbek agrega una mas a la cuenta de los locales, pero en el octavo Morris da muestras de cansancio transfiriendo los dos primeros bateadores de la entrada, y el manager Tom Kelly lo sustituye con el zurdo Mark Guthrie.  El bullpen de los Mellizos venía de no permitir carreras limpias a los Azulejos en la Serie de Campeonato. 





Todos los fanáticos aplauden de pie al héroe local (que semanas después les traicionaría firmando como agente libre con los Azulejos, pero eso es otra historia) y el futuro ganador del MVP Terry Pendleton (.319/.363/.517, 22 HR, 86 CE, 139 OPS+) se para a la derecha ante Guthrie.  Pendleton conecta una línea bajita y fuerte a la izquierda del 2B Knoblauch, quien al estar jugando cargado a la almohadilla por la situación de doble play, se tira ligeramente a su derecha, fildea el batazo, e inicia un doble play que coloca el inning en dos outs.  Los Bravos anotarían una carrera eventualmente en esa entrada, pero la doble matanza no hay dudas que frustró las esperanzas de un episodio mucho mas productivo.

11:11
Rick Aguilera, una de las piezas del botín obtenido por los Mellizos en el cambio que llevo a Frank Viola a los Mets de Nueva York, busca el salvamento en el noveno.  Aguilera salvó 42 partidos en 1991 con PCL de 2.45.  Aguilera hace el trabajo y los Mellizos ganan el primer juego 5 carreras por 2.

El octavo premio
Segunda digresión del RetroBlog, la cuestión del MVP de la Liga Nacional en 1991.  Como acabamos de decir en el párrafo anterior, el tercera base de los Bravos Terry Pendleton ganó dicho premio, apoyado ciertamente en una sólida y meritoria temporada, pero más que todo impulsado por la historia de ser el veterano que ayuda a “transformar” a los Bravos de sotaneros a ganadores (ya saben, el cuento repetitivo de que los enseñó a como ganar y todo eso) y además el drama propio de venir de tres temporadas improductivas en San Luis, y estar al borde de perder su carrera a los 30 años.

Barry Bonds a inicios de la década de los noventa, antes de transformarse en el corpulento espécimen que ahora todos tenemos en la memoria y que, alegadamente y para algunos, gracias a los esteroides volteó patas arriba los libros de records, era la más letal y diversa arma ofensiva que la Liga Nacional había visto desde los días en que Joe Morgan brillaba en la Gran Maquinaria Roja, y hacía en el terreno todo lo contrario a lo que predica en la cabina de transmisión.  Bonds había ganado el MVP en 1990 gracias a una extraordinaria actuación de .301/.406/.565, 33 HR, 104 CA, 114 CE, 93 BB y 52 BR que ayudó a los Piratas de Pittsburgh a ganar su primer titulo divisional desde que ganaron la Serie Mundial en 1979.  En 1991 Bonds tuvo un lento inicio y al terminar el mes de mayo estaba bateando .236/.325/.382.  Pendleton en cambio, y a la misma fecha, exhibía una robusta línea de .346/.413/.569.

Al finalizar la temporada los números de ambos quedaron de la siguiente manera:





Pendleton aventajó a Bonds en promedio de bateo – de hecho ganó el titulo – slugging (por tres puntos) dobles y triples.  Bonds sin embargo se embasó mucho más que Pendleton y utilizó menos outs para crear su ofensiva.  Yo estoy de acuerdo en que al evaluar la producción de un jugador en una temporada hay que tomar en cuenta toda la temporada.  Si bien Bonds aportó muy poco al principio, sus pobres números hasta fines de mayo están potenciados por un horrendo mes de abril en donde apenas bateo .177/.212/.290 y yo creo recordar que tenía algún tipo de lesión, me parece que en una de sus rodillas.  A partir de mayo Bonds no tuvo un average menor a .280, OBP menor a .400 ó slugging menor a .451 en ningún mes de la temporada, compilando marca de .313/.436/.582 en la segunda mitad de la misma.

Lo otro es la diferencia entre casa y ruta.  Pendleton, liberado del difícil Busch Stadium y abrazando el generoso Atlanta Fulton County Stadium, bateó .340/.377/.561 en la casa y .299/.350/.475 en la ruta.  El factor de parque del Fulton County Stadium fue ese año de 115 (el estadio aumentó la ofensiva en un 15 por ciento); Bonds por su lado bateó .272/.384/.448 en el Three Rivers Stadium de Pittsburgh y .313/.436/.582 fuera.  El factor de parque del estadio de Pittsburgh fue de 98 en esa temporada.

Finalmente, los lideres en WAR de la Liga Nacional en el 1991:


La votación fue la más cerrada en años, obteniendo Pendleton 12 votos de primer lugar y 274 puntos, contra 10 y 259 de Bonds.  Por donde Bonds pierde el premio es por un voto de primer lugar de un periodista (presumiblemente de Pittsburgh) a Bobby Bonilla (.302/.391/.492, 4.5 WAR) y otro gracioso que votó por Brett Butler (seguramente Bill Plaschke ó T.J. Simers) quien realmente tuvo muy buen año (.296/.401/.343, 5.1 WAR, 112 CA, 38 BR) para unos Dodgers que perdieron el titulo divisional el ultimo día de la temporada.

El real MVP de la Liga Nacional en 1991 fue Barry Bonds, quien una vez más ayudo a los Piratas a ganar, esta vez con ventaja de 14 juegos, su división.  Pendleton era la mejor historia y Bonds era un petulante que desde sus primeros años nunca se llevó muy bien con la prensa.  Por eso son siete sus MVP’s y no ocho. 

Segundo Juego
Kevin Tapani (16-9, 2.99, 143 ERA+, 6.0 WAR) y Tommy Glavine (20-11, 2.55, 153 ERA+, 7.4 WAR) se ven las caras en el segundo partido.  Tapani era un derecho que también llegó de los Mets en el negocio de Viola, y entrada por entrada fue el mejor lanzador de los Mellizos esa temporada.  Glavine por su lado ganó el primero de sus dos Cy Youngs en el ’91 y sus 7.4 WAR acumuladas como pitcher encabezaron el staff.


13:40
Gladden conecta elevado a territorio corto del bosque derecho en la baja del primero, Justice adelanta y Lemke retrocede, pero ninguno de los dos tiene dominio de la pelota que al parecer han perdido en el techo blanco del Metrodome.  La pelota rebota en el guante de Lemke y cae al piso.  Tim McCarver comenta en la transmisión que la culpa no la tuvo el techo, sino la falta de comunicación entre los fildeadores.  Lemke debió dar paso a Justice quien tenia la jugada de frente.  Gladden llega hasta segunda y Glavine prosigue transfiriendo a Knoblauch para complicarse aun mas con Kirby Puckett al bate. 



McCarver informa que Puckett bateó 27 veces para dobles matanzas, mayor cantidad en la liga, y que Glavine es un lanzador de sinker a quien le conectaban mucho por el suelo.  No bien terminó McCarver de hablar, Puckett se arrastra por tercera para un doble play 5-3, con todo y los corredores en movimiento.  Inmediatamente aparece Bobby Cox en el video diciendo “Pensabamos que con el doble play saldríamos bien del inning, pero nos olvidamos de Chili Davis”  Y efectivamente Davis (.277/.385/.507, 29 HR, 93 CE, 95 BB, 141 OPS+, 3.3 WAR) engarza un pitcheo bajo de Glavine y la desaparece entre por el izquierdo.  2-0 Mellizos.

15:30
Tapani permite una carrera por fly de sacrificio en el segundo y en el tercero Lonnie Smith se embasa por error de Leius en tercera.  Al bate ahora Gant.quien responde con sencillo al Leith llegando hasta tercera Smith quien había salido con el lanzamiento.  Aquí se produce una de las jugadas más controversiales de la serie.  Tapani cortó el tiro de Gladden e inmediatamente hace un disparo a primera base para tratar de atrapar a Gant, quien aparentemente regresa a tiempo a la almohadilla.  Sin embargo el inicialista Hrbek parece tomar por las piernas a Gant y lo levanta fuera de la base, decretando el arbitro out al corredor.  La jugada fue esta:




 

Gant afirma que al tratar de regresar a la almohadilla intentó plantar su pie izquierdo en la misma pero no pudo e intento entonces pisar con el derecho, pero según dice, Hrbek lo tomo de la pierna derecha y para su sorpresa lo empujó fuera de la base.  El arbitro Drew Coble dice posteriormente que el corredor debe estar “en total control” de su cuerpo al regresar a la base.  Coble comenta que al observar el video, se puede uno dar cuenta que el momentum de la parte superior del cuerpo de Gant lo está impulsando fuera de la base.  Por eso cantó el out al corredor.  Finalmente los Bravos si lograron empatar el partido con un elevado de sacrificio, y ahora el duelo entre Glavine y Tapani estaba en curso.

18:21
Con el juego empatado a dos carreras los Bravos inician el octavo colocando hombres en las esquinas y un out.  Gant se encasquilla y falla con foul fly al catcher Harper para el segundo out.  Tapani deja colgando una curva al siguiente bateador, Justice, pero este hace el swing tarde y falla con elevado a Gladden en el izquierdo.  Fin de la amenaza.

19:15
Glavine por su lado continua dominando a los Mellizos, y en un momento llega a retirar a quince bateadores en forma consecutiva.  En el octavo, para su desdicha, deja una bola rápida en el mismo centro del plato a Scott Leius, y este no la desaprovecha conectando jonrón por el izquierdo, dándole ventaja a los Mellizos de una.  En 1991 Leius (.286/.378/.417, 5 HR, 235 PA) era la parte derecha de un platoon en la tercera base junto a Mike Pagliarulo (.279/.322/.384, 6 HR, 393 PA) tapando entre ambos el hueco dejado por Gary Gaetti quien se fue a los Angelinos de California como agente libre.  Leius jugó de manera semi-regular en cuatro temporadas en las mayores, llegando a jugar en total en partes de nueve.  La de 1991 fue su mejor temporada.  Rick Aguilera salvaría su segundo partido de la serie, y los Mellizos se iban a Atlanta con ventaja de 2-0.








El mejor cambio en la historia de los Mellizos

El lunes 31 de julio de 1989, día de la fecha limite para hacer cambios, los Mets de Nueva York, tratando de mantenerse en competencia en el este de la Liga Nacional, realizaron una negociación en la que adquirieron el principal lanzador de los Mellizos de Minnesota, el ganador del premio Cy Young en 1988, Frank Viola.  Con marca de 53-50 y a 4 juegos del primer lugar en una débil división, el Gerente General Frank Cashen pensó que Viola era la pieza que devolvería la vida a un equipo que, seamos realistas, aun conservaba gran parte del núcleo con el que habían dominado la Liga Nacional en dos de las anteriores tres temporadas.  Envuelto en una controversial negociación sobre un posible nuevo contrato con la gerencia de Minnesota, Viola no estaba lanzando precisamente al nivel de un Cy Young y mucho menos al de un potencial ganador de tres millones al año, cifra salarial elite de entonces.  Cansados y no muy dispuestos a alargar una telenovela que se extendiera todo el verano, los Mellizos decidieron firmar el divorcio con Viola, y enviarlo a las brillantes luces de Nueva York.  A cambio de Viola los Mellizos recibirían a cuatro lanzadores  - Kevin Tapani, Rick Aguilera, Tim Drummond y David West – y un jugador a ser nombrado mas tarde, que también resultó ser otro lanzador, Jack Savage.

Este era el clásico cambio de super estrella por prospectos, que funciona para el equipo pequeño – el que recibe cantidad – menos veces de lo que pensamos. Lucia ser el negocio perfecto para los Mets.

Eventualmente para quienes fue el negocio perfecto fue para los Mellizos.  El investigador y consultor Doug Decatur escribió un libro titulado “Traded” en donde hace una lista de los cambios que más han favorecido y perjudicado a todos los equipos de Grandes Ligas en su historia.  De acuerdo al método de Decatur, que consiste en comparar las Win Shares aportadas por los jugadores envueltos en una negociación para sus respectivos nuevos equipos, el de Viola por cinco, ha sido el cambio más beneficioso en la historia de los Mellizos de Minnesota.  En el futuro, los Mellizos conseguirían 67 Win Shares netas a su favor (en su mayoría de Aguilera y Tapani) y los beneficios mayores los obtendrían en 1991 cuando Tapani y Aguilera fueron dos piezas fundamentales en el equipo campeón.  La siguiente tabla muestra las WAR obtenidas por los tres lanzadores en sus temporadas para sus respectivos nuevos equipos:





Tercer Juego
21:48
El primer partido de Serie Mundial en la historia de la ciudad de Atlanta tiene como uno de sus protagonistas al jovencito lanzador zurdo de 21 años Steve Avery, quien sobre sus hombros tiene la responsabilidad de colocar a su equipo de vuelta en la serie.  Avery (18-8, 3.38, 116 ERA+, 4.5 WAR) parecía estar en el inicio de una brillante carrera que prometía al menos un premio Cy Young en su futuro.  Los Bravos arrancarían con el pie izquierdo cuando Gladden conecta un elevado que pica entre Gant y Justice y va a parar a lo profundo del canal right-center, llegando fácilmente Gladden a tercera.  Otro error de la defensa de los Bravos.  Un elevado de sacrificio de Knoblauch empuja la primera.





23:31
En el segundo episodio los Bravos embasan dos ante Scott Erickson (20-8, 3.18, 135 ERA+, 4.2 WAR) otro lanzador joven (23 años) cuya carrera parecía rumbo al super-estrellato, y cuya suerte no fue muy distinta a la de Avery.  Rafael Leonidas Belliard conecta hit al izquierdo remolcando a Olson con el empate. 
En el cuarto, swing dulce de David Justice hace contacto con un pitcheo de Erickson y desaparece la pelota de línea por encima de la verja del jardín derecho, el juego esta ahora 2-1 adelante los locales.  Mas adelante en el quinto, con uno fuera, Erickson deja un lanzamiento en la zona alta a Lonnie Smith quien hace un swing de gula, pero exitoso, y conecta cuadrangular por el izquierdo.
25:25
Con los Bravos adelante ahora 4-1 Avery está en completo control de los Mellizos, pero Kirby Puckett conecta jonrón para la segunda raya de los Mellizos.  Ese fue el primer hit de Puckett en la serie y no sería el último, como su jonrón que tampoco sería el último.  Un error de Pendleton embasa al bateador emergente Brian Harper y Cox decide sustituir a Avery – quien tiró un gran partido – y traer a su principal relevista, el dominicano Alejandro Peña.  Desde su llegada a los Bravos para ocupar el rol de cerrador dejado vacante por el lesionado Juan Berenguer, Peña salvó once partidos en igual número de oportunidades, además de agregar dos victorias.  McCarver brinda el dato de que el siguiente bateador, el emergente Chili Davis, tiene de 10-3 de por vida en contra de Alejandro.  BOOM!  Davis conecta un buen lanzamiento de Peña en la esquina de afuera hacia la banda contraria y la pelota desaparece.  Estamos empatados a 4. 
Con Knoblauch en tercera el receptor Olson salva una carrera al recoger un slider violento y errante de Peña de manera casi milagrosa, evitando el wild pitch.  El dominicano finalmente asfixia a Puckett con una bola rápida en la zona alta para el segundo out.  El siguiente bateador, Shane Mack, se poncha con un lanzamiento idéntico al que liquidó a Puckett para terminar la amenaza.  Peña sobrevive, pero los Bravos han desperdiciado una ventaja de tres carreras.

28:34
 La pizarra continua sin cambios cuando vamos al duodécimo episodio, y Mark Wohlers lanza ahora por los Bravos.  Gladden conecta su tercer hit del juego.  Con un out la jugada de sacrificio está fuera del escenario, y el siguiente bateador conecta un rodado de frente al segunda base Lemke, pintado para doble play… pero la bola rebota en su guante y se escapa, ahora hay hombres en tercera y primera gracias al error.  Se ve claro en la repetición que Lemke cometió el típico error de mirar a la segunda base pensando en la doble matanza antes de tener posesión de la pelota, y en consecuencia paga por ello.




Los siguientes bateadores son Hrbek, Puckett y el turno del lanzador, en este caso Guthrie.  Cox trae al zurdo Kent Mercker a lanzarle al zurdo Hrbek.  La cámara muestra ahora a Aguilera en el bullpen y McCarver, de manera anticipada y muy correcta, comenta que si Mercker hace out a Hrbek, Cox pasará intencionalmente a Kirby – no importa que haya corredores en tercera y primera -  y entonces Kelly de seguro traerá de emergente a batear al propio Aguilera, quien venia de la Liga Nacional, y tenía fama de buen bateador como lanzador.  Mercker retrata a Hrbek con una bola rápida en la zona interna, robándose en el ínterin la intermedia Knoblauch.  Cox trae a Jim Clancy quien inmediatamente transfiere intencionalmente a Puckett, y tal y como McCarver lo había anticipado, Aguilera viene a batear de emergente por Guthrie.  Primera vez desde el establecimiento de la regla del bateador designado en 1973, que un lanzador es traído a batear de emergente.  Jack Buck y McCarver reiteran la reputación de buen bateador de Aguilera (.203 de por vida a ese momento) y este hace bastante buen contacto a una bola rápida de Clancy al centro del plato, pero se eleva al jardinero central Gant.  Seguimos empatados.

31:30
El reloj del estadio marca las 12:30 y Buck nos dice que los únicos jugadores disponibles en la banca de Minnesota son Morris y Tapani, los abridores de los dos partidos previos.  Tom Kelly aparece diciendo que su plan en ese momento era utilizar a Aguilera solo una entrada mas porque “no iba a aniquilarlo lanzando” y entonces usar a Dan Gladden como pitcher y transferir a Aguilera a los jardines.  Justice abre la baja del 12 con sencillo al bosque derecho y Cox, tan corto de opciones como Kelly, decide jugársela y manda al robo a Justice quien se barre quieto colocando la potencial carrera de la victoria en segunda base.  Lemke, quien estuvo a un milímetro de convertirse en villano por su error en la parte alta del inning, hace contacto con una bola rápida en la esquina de afuera de Aguilera, y conecta una línea suave (fliner) a territorio corto del bosque izquierdo que cae de hit, Justice dobla a todo tren por tercera y se barre quieto en el home.  Delirio. Ganaron los Bravos.  La serie está 2-1.  McCarver nos informa que los Bravos han ganado “el primer partido de Serie Mundial de su historia” lo cual, por supuesto, no es técnicamente cierto.





El Salvador
El panameño Juan Berenguer era un lanzador derecho firmado originalmente por los Mets de Nueva York en 1975.  Berenguer lanzó en la Liga Dominicana con las Aguilas Cibaeñas, y en general era un lanzador dueño de una bola rápida con buena velocidad, pero que por alguna razón nunca había servido para ponchar una cantidad de bateadores acorde con su reputación.  Después de lanzar mas de una década en las mayores con un éxito relativo, Berenguer firmó como agente libre con los Bravos después de cuatro productivas temporadas en las que ganó 34 partidos tirando mayormente desde el bullpen, precisamente con los Mellizos de Minnesota.  La idea de los Bravos era convertir a Berenguer en uno de sus principales brazos del bullpen, y el panameño respondió al reto de manera efectiva salvando 17 partidos y permitiendo apenas 43 hits en 64.1 entradas con PCL de 2.24 al llegar a principios de agosto.  El día 12 de ese mes Berenguer obtuvo su salvamento 17 en una victoria 2-1 ante los Gigantes en Candlestick Park, pero allí sufriría una lesión que lo sacó de juego el resto de la temporada.  El Gerente General de los Bravos John Schuerholz decidió no tomar riesgos y el 28 de agosto completa una transacción con los Mets de Nueva York por el relevista dominicano Alejandro Peña, quien hasta ese momento, en 44 partidos como relevista, tenía marca de 6-1, 2.71 y 4 salvamentos en 63 entradas.  Siendo John Franco el cerrador de los Mets, las oportunidades de salvar para Peña eran limitadas, pero al estar los Mets fuera de competencia, Schuerholz entendió la utilidad que le podía proporcionar el veterano lanzador derecho.  A partir de su llegada a Atlanta Peña ganó 2 partidos sin perder ninguno, tuvo PCL de 1.40 en 19.1 entradas, ponchó 13 con apenas 3 boletos otorgados, y terminó salvando 11 partidos en igual número de oportunidades.  El de cerrador es el rol mas sobrevaluado que hay en el béisbol, sin lugar a ninguna dudas, pero hay que reconocer que la extraordinaria actuación de Peña puede que haya “salvado” literalmente la épica historia de mendigos a millonarios de los Bravos de 1991.  Quizás algunos de ustedes no se acuerden de esto, pero los Bravos hicieron un rebase en esa antigua división oeste de la nacional para dejar atras a los grandes favoritos que eran los Dodgers.  Los Bravos ganaron la división por un partido de ventaja.  ¿El numero de victorias contribuidas por Peña de acuerdo a sus WAR?  Exactamente 1.0.

Cuarto Juego
34:16
John Smoltz (14-13, 3.80, 103 ERA+, 4.7 WAR) abre el partido por los Bravos mientras que Morris, el abridor del primer día,  regresa a la lomita por los Mellizos.  Puesto que Smoltz fue el lanzador utilizado por Cox para ganar el partido decisivo ante los Piratas en Pittsburgh (Smoltz tiró blanqueada  y ganó 4-0) no pudo utilizar a su abridor mas efectivo en ese momento.  Smoltz tuvo una horrible primera mitad de la temporada en el 1991, algo anormal porque era, en términos de stuff puro, el mejor lanzador que tenían los Bravos.  Quizás alguno de ustedes recordará que Smoltz empezó a ver un psicólogo en medio de la temporada quien lo ayudo a trabajar el aspecto mental del juego, aprender a enfocarse en la tarea a mano y en definitiva a manejar sus emociones en la lomita. El psicólogo incluso se sentaba en las gradas bajas en muchas de sus salidas en esa temporada (El inigualable Tomas Troncoso lo mencionaba constantemente en las transmisiones de esos playoffs) como una forma de darle apoyo moral. La siguiente no es una diferencia pre y post psicólogo, pero muestra claramente un Smoltz distinto a partir de cierto momento:






34:40
Los Mellizos, quienes constantemente han atacado primero en la serie, lo hacen de nuevo con un doble del ex manager de Estrellas y Licey Brian Harper y un sencillo – mal conectado - remolcador de Mike Pagliarulo que abre la pizarra 1-0 en el segundo episodio.  El papá de Smoltz, quien se veía bastante joven en aquel momento, es enfocado por las cámaras y no puede creer la mala suerte de su hijo.  Morris viene al bate y el Smoltz padre murmura : “que gran emoción para John, le va a lanzar a su héroe”; y eso es porque Smoltz es oriundo de Michigan, creció siguiendo a los Tigres e idolatrando a Morris.  Smoltz, por supuesto, fue drafteado por su equipo favorito, pero cambiado a los Bravos por Doyle Alexander en 1987.  De manera predecible Smoltz poncha al pobre Morris con una violenta curva cerrando el inning.  Hero no more.

36:01
Pendleton empata las acciones en el tercero con homerun ante Morris.  Al abrir el cuarto los Mellizos embasan dos corredores, Mack en tercera Pagliarulo en primera, y a batear Gagne.  McCarver menciona la posibilidad de una jugada de cuña con Gagne por ser Morris el siguiente bateador.  Efectivamente tanto Smoltz como Olson estaban pendientes a la posibilidad y Olson le pide a Smoltz un slider afuera para hacer más difícil el intento de toque.  Bingo.  Smoltz tira el slider, Gagne fracasa el intento de hacer contacto, y Mack es atrapado entre tercera y home como manso cordero.





37:20
En el final del quinto los Bravos cometen otro error de fundamentos.  Con Lonnie Smith en segunda y sin outs, Pendleton conecta un largo batazo al jardín central, manejable, pero que Puckett juzga mal y le pasa por encima de su cabeza.





El veterano Smith, sin embargo, toma la decisión incorrecta de regresar a la base a hacer pisa y corre con un batazo encima de la cabeza de un jardinero.  Eso no se hace, lo correcto es colocarse a un tercio de distancia de la base, y esperar a que el jardinero le llegue ó no al batazo.  Si lo atrapa, puede que aun tenga posibilidad de hacer el pisa y corre.  Si no lo atrapa, la carrera es segura.  Al salir retrasado por su decisión de ir hasta la almohadilla otra vez, Smith es puesto out en el home con el tiro de relevo y los Bravos pierden el chance de anotar carrera. 





Smith dice en cámara que su intención inicial era llegar hasta un tercio de distancia, pero que al ver el batazo y a Puckett, se convenció de que este iba a hacer el out.  Y en honor a la verdad, si Puckett no da un paso hacia delante al contacto, era un out facil en los jardines.


Con Pendleton ahora en tercera y un out, Morris entierra un lanzamiento de tenedor, y la pelota se escapa, pero Harper reacciona como un felino, recupera la pelota y tiene tiempo suficiente de hacer out a Pendleton quien intentaba anotar con el pitcheo salvaje.  Don Smoltz le pregunta al parroquiano que está sentado detrás de él: “¿Qué se supone que estamos haciendo? Esa pelota no estaba tan lejos para intentar anotar”  Bueno, la secuencia es la siguiente porque es bien graciosa:







39:40
En el inicio del séptimo Pagliarulo hace que los errores en las bases de los Bravos se vean grandes cuando engarza una bola rápida de Smoltz y la saca por el bosque derecho.






Viéndose ahora muy cerca de una derrota y caer debajo 1-3, algunos personajes de los Bravos, como este del que hablaremos quizás en otro momento, apelan a los “rally-caps”







El relevista Carl Willis (8-3, 2.63, 163 ERA+, 1.5 WAR) domina a los Bravos por un momento, pero en el final del octavo Lonnie Smith conecta homerun, irónicamente por encima de la cabeza de Kirby Puckett, solo que esta vez a cincuenta o sesenta pies de distancia extra.  Estamos de nuevo empate.







41:40
Con Mark Guthrie en el box en el final del noveno, Mark Lemke conecta un largo batazo que por un momento parece dejará en el terreno a los Mellizos.  La pelota sin embargo no sale del parque, pero Lemke llega a tercera con triple de todas maneras.  La victoria está  a 90 pies del plato.  Kelly transfiere intencionalmente a Blauser, y trae al antiguo ganador del Cy Young, el ex Bravo (y ex Estrellista) Steve Bedrosian.  Con un out y corredores en las esquinas, Cox trae al bateador zurdo Jerry Willard de emergente quien conecta elevado al bosque derecho.  Lemke se desprende en pisa y corre, y esta vez Harper no puede hacer otra gran jugada fallando tocar al corredor.  Ganaron los Bravos y la serie esta empatada.







Quince minutos de gloria para el trotamundos Jerry Willard.







Quinto Juego
Tommy Glavine y Kevin Tapani se ven las caras en el último partido en Atlanta, que puede ser vital en la definición de la serie.  Una vez más, y como ha sido la costumbre, nos encontramos en un juego cerrado y de pitcheo.
44:54
Gant conecta cañonazo de hit por encima de la cabeza del tercera base Leius.  Acto seguido Justice conecta fuerte hacia la banda opuesta y se lleva la verja por poco margen,












Bravos dos a cero y segundos después el saludo de homerun mas “cool” desde el choque de antebrazos de los Bash Brothers de Oakland, el Tomahawk Chop.












A partir de ese momento los Bravos no pararían.  Triple de Lemke trae a Olson, doble del Chino Belliard trae a Lemke, y al final de la entrada el partido estaba cinco por cero.  Mas adelante en el séptimo Lonnie Smith se va para la calle contra David West, su tercer partido consecutivo de la serie con cuadrangular, primero en hacerlo desde Reggie Jackson en el 1977, no recuerdo en contra de qué equipo.  Justice remolca a Pendleton, Brian Hunter a Gant, Lemke a Justice con otro triple… en fin, cuando el polvo de la estampida cesó, las cosas quedaron de esta manera:






Escobas en Fulton County, los Bravos cumplieron el vaticinio de su manager al salir de Minneapolis.  Barrida  en la casa.









Sexto Juego
Con la serie ahora de regreso al Metrodome los Mellizos estaban en la obligación de repetir la misma hazaña de la serie de 1987 ante los Cardenales, ganar los cuatro partidos como locales, y así ganar la serie.  Su suerte está en manos del ganador de 20 partidos Erickson, en teoría una carta de triunfo, pero en la práctica, un lanzador que en la segunda mitad tuvo PCL de 5.20 y una proporción de 35 bases por bolas a 34 ponches en 81.1 entradas.  Su rival, Steve Avery, lanzó de forma muy efectiva en el tercer partido.

49:51
Rápidamente en el primer episodio Knoblauch conecta hit al right y Puckett, que hasta ese momento estaba como un témpano en la serie (3 hits en 18 turnos) conecta triple por la raya de tercera remolcando a Knoblauch desde primera.

La ley de la probabilidad prosigue con sus pagos de intereses atrasados cuando Shane Mack, sin hits en 15 turnos en la serie y 17 en total, conecta sencillo de bate roto entre tercera y short remolcando a Kirby.  2-0 Mellizos. 

En el tercer episodio, con el marcador aun 2-0, Pendleton corre en primera base y Ronnie Gant conecta batazo profundo hacia el jardín central que, en el peor de los casos, luce un extrabase seguro y un homerun probable.  Puckett le parte desesperadamente al batazo corriendo hacia su derecha, y entonces… la jugada defensiva de la serie se produce:






…Puckett le roba el extrabase a Gant, y el ánimo de este y del resto de los Bravos parece desmoronarse después del evento.














51:51
Pero no por poca cosa es esta considerada una de las mejores Series Mundiales de la historia.  En el quinto, Belliard se embasa por hit.  Lonnie Smith conecta batazo por tercera a seguidas que parece pintado para doble matanza, pero Knoblauch no puede sacar la pelota de su guante al intentar el pivot, y Smith se barre quieto en primera, si bien de forma poco estética.







La no ejecución de la defensa de Minnesota le abre una ventana de oportunidad a los Bravos que Pendleton no está dispuesto a desperdiciar esta vez.  Erickson deja una bola rapida en el centro, y el futuro MVP la desaparece por el jardín central.  ¡Partido Nuevo! habría proclamado Ernesto Jerez.
Justice imita a Pendleton instantes luego con un largo batazo por el bosque derecho que parece haberle dado ventaja a los Bravos pero… FOUL, decreta el árbitro, y la banca no lo puede creer.







Un elevado de sacrificio de Puckett le devuelve la ventaja a Minnesota, y en el séptimo, los Bravos atacan de nuevo a Erickson.  Hit de Lemke (su noveno de la serie, y el inicio de lo que se convertiría en una reputación de “bateador del clutch” if such a thing really exists) y Kelly decide llevarse a Erickson, quien siendo justos tiró un buen partido.  Guthrie viene al rescate, pero con un galón de gasolina al hombro, e inmediatamente tira un wildpitch y concede una base por bolas a Lonnie Smith.   Pendleton al cajón, y hace muy pobre contacto con un lanzamiento bajo y afuera sacando machucón lento por primera que resulta ser ó muy corto ó muy largo para todo el defensor que estaba alrededor.  Bases llenas, Gant y Justice uno detrás del otro prosiguen.  Kelly saca a Guthrie y trae al derecho Willis.  Gant conecta rodado por el short, Gagne fuerza en segunda pero el tiro de Knoblauch no puede doblar al veloz Gant en primera anotando Lemke.  Otra vez partido nuevo, pero todavía persiste el latente peligro que es Justice.  Willis poncha a Justice con un tremendo sinker y la entrada termina.

55:42
A partir de aquí es todo un carrusel de momentos tensos: Stanton obliga a Gladden a batear para doble play parando una amenaza; Hunter atrapa un peligroso elevado de Mack con Puckett en segunda para parar otra. Lonnie Smith batea para doble play, muere una rebelión de los Bravos.  Peña retira en orden a los Mellizos en el noveno.  Tres a tres, entradas extras.  Aguilera en el box por Minnesota ahora, Pendleton conecta hit, en jugada de corrido y bateo Gant conecta una línea suave y… Gagne la atrapa, doblando a Pendleton en primera.  Still tied.  Peña cuelga otro cero, vamos a la undécima.  Aguilera hace lo propio en la alta del duodécimo.  Cox presiente que esto puede durar mucho y debe pensar en que mañana aun puede haber partido.  No es lo que él quisiera, pero puede pasar, y por eso no es prudente cansar a Peña y el resto de su bullpen.  El abridor del primer partido, Charlie Leibrandt, quien no había vuelto a lanzar desde esa, no muy extensa ni muy exitosa apertura, es la opción de Cox para este momento.  ¿Qué puede salir mal?  Leibrandt es un veterano con experiencia en situaciones como esta, tiene el descanso suficiente para ir tan lejos como esto se prolongue y en general es alguien confiable.

Kirby Puckett, con sencillo, triple, anotada, empujada y base robada en el partido hasta ese momento, recibe a Leibrandt. 

El lanzamiento… gone. 

Jack Buck : “We’ll see you tomorrow night”

El éxtasis de la victoria…







… y la agonía de la derrota…







Tom Kelly, Manager de los Mellizos de Minnesota a un entrevistador: “Veras, alguien está escribiendo un libro de cuentos.  La pagina del capitulo seis ha terminado y ahora pasas a la pagina del capitulo siete.  Esta es una Serie Mundial de libro de cuentos, ¿Qué va a pasar mañana en el capitulo siete?  Oh dios, no puedo esperar a verlo.  Será algo grandioso.  ¿Te puedes imaginar que continúe lo mismo?  ¿Qué sea algo como esto?  Increíble”


Séptimo Juego
Palabras proféticas de Tom Kelly.  El séptimo juego de la Serie Mundial de 1991 enfrenta de nuevo a Admirador y Héroe, John Smoltz y Jack Morris, abridores del cuarto partido.  Plenamente conscientes de que han sido protagonistas de algo histórico, Brian Harper y Lonnie Smith recogen un gesto de reconocimiento y respeto mutuo entre estos equipos antes del primer lanzamiento del ultimo partido de la temporada.







Aquí se inicia uno de los grandes duelos de pitcheo en la historia del clásico de octubre.  Uno que mantuvo los nervios de punta a todos durante todo el trayecto.

1:01
En el quinto Lemke conecta su décimo hit de la serie abriendo el inning, y con Belliard a continuación, el toque de sacrificio es académico y Belliard, confiable como siempre, ejecuta de manera perfecta.  Lemke a segunda, un out.  Smith, el siguiente bateador, toca sorpresivamente con el corredor en segunda por la zona de tercera base y el disparo de Pagliarulo a primera llega tarde, deslizándose Smith (otra vez de manera muy aparatosa e inelegante) quieto en primera.  Hombres en las esquinas.  Con el oportuno Pendleton al bate lo único que se necesita es pasar el cuadro para tomar la ventaja, pero Pendleton se encasquilla y saca elevado que el campocorto Gagne fildea en territorio corto del izquierdo.  Dos outs.  Bateando ahora Gant Morris entierra un tenedor que rebota contra la mascota de Harper, y misteriosamente regresa hacia delante, casi de la misma manera que un toque de bola frente al lanzador, Morris reacciona, toma la pelota e inmediatamente tira a tercera, a donde Lemke regresa quieto, a penas.  Morris congela a Gant con una bola rápida en la esquina de afuera y la amenaza se cierra.

1:04
La octava fue una entrada en la que los fanáticos de ambos lados han de haber perdido una buena parte de sus uñas.  Smith chequea su swing, pero hace contacto de todas maneras y consigue sencillo a territorio corto del jardín derecho.  Con Pendleton de nuevo al bate Cox decide dejarlo hacer swing, este se coloca rápidamente en cero y dos, y parece poncharse con un pitcheo enterrado de Morris.  Sin embargo, el arbitro decreta foul-tip y el bateador se mantiene con vida.  Momentos después Pendleton conecta una larga linea en el canal left-center que de seguro va a dar la ventaja a los Bravos con el rápido Smith corriendo, pero…

…Smith, totalmente confundido en la jugada, se detiene al doblar por segunda, restándole eso un tiempo precioso, y obligándolo entonces a permanecer en tercera base.  Grave error.






Pero aun la amenaza es terrible, corredores en tercera y segunda sin outs y Ron Gant al bate.  Con el cuadro cerrado Morris domina a Gant con un machacón por primera, Hrbek toca a Gant para el primer out.  Gant se fue a pescar un lanzamiento fuera de la zona y bajito. 







Con Justice al cajón Kelly sale hacia la lomita y Morris se pregunta a sí mismo – y a la vez se contesta – si su manager lo va a sacar en un momento como este.  Morris comenta en el video que le hizo la pregunta a su catcher Harper y este le contestó: “no, no  lo creo” a lo cual Morris responde: “si viene a sacarme soy capaz de matarlo”.















A fin de cuentas el propósito de la visita de Kelly fue el de sugerir caminar intencionalmente al bateador zurdo Justice y llenar las bases para enfrentar a otro zurdo, Sid Bream, quien solo había conectado tres hits en la serie.  Bream se arrastra por primera, Herbie recoge tira a home un out, Harper devuelve a primera, doble matanza.  Fin del inning.  Todavía cero a cero.  Decisión táctica perfecta de Kelly.

Las emociones del inning no terminan aquí.  Randy Bush batea de emergente por Minnesota contra Smoltz y conecta hit al center.  Al Newman va a correr de emergente a primera.  Gladden no puede ejecutar un toque de sacrificio y eventualmente falla con elevado al cuadro.  Newman arranca en corrido y bateo y Knoblauch conecta línea que pasa a pulgadas del mascotín del primera base Bream y sigue de hit al bosque derecho, llegando Newman a tercera.  ¿Y quien viene ahora?  El héroe de la noche anterior, Puckett.  Bobby Cox releva a Smoltz – quien no pudo haber tirado mejor partido -  con el zurdo Stanton, y el objetivo ulterior es caminar a Puckett para lanzarle, zurdo contra zurdo, a Hrbek, quien se había ponchado tres veces en la serie contra Stanton.  Hrbek tiene mas éxito esta vez y logra hacer contacto sacando una línea suave que Lemke atrapa en segunda, y con el corredor de segunda movido, termina completando una doble matanza que cierra el inning. En el final del noveno Davis conecta hit por los Mellizos y Harper se embasa por toque de hit.  En esta jugada sale lesionado Stanton, y Alejandro Peña lo sustituye.






 Peña domina a Mack para una preciosa doble matanza 4-6-3 que deja el inning en dos outs y hombre en tercera.  Paul Sorrento se poncha para cerrar la entrada, y Morris domina otra vez en orden a los Bravos en el décimo.  El escenario es ahora este:












1:12
Gladden abre el inning con blooper de bate roto al center y convierte el batazo en doble cuando Hunter y Gant casi colisionan tratando de atrapar la pelota.  Knoblauch se sacrifica 5-3 moviendo a Gladden, y la posible carrera del campeonato, a tercera base.  Cox ordena transferir intencionalmente a Puckett y a Hrbek para preparar un escanario de force out por cualquier via.  Gene Larkin viene ahora al bate como emergente, los Mellizos solo necesitando un batazo que pase el cuadro. 

Larkin consigue hacer contacto fuerte y saca un elevado profundo al bosque izquierdo que Hunter ni se molesta en tratar de alcanzar.  Todo ha terminado.  Los Mellizos son los Campeones de la Serie Mundial.











 

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